Desde 1987, Flanigan es sinónimo de una excelente gastronomía acompañada de unas vistas idílicas a primera línea del puerto.
Quienes toman acomodo en el restaurante están obligados a dejar hueco para su tarta de manzana. Una tarta de hojaldre extraplana cubierta de láminas finísimas de manzana, que resulta crujiente, melosa, dulce y ácida con notas de mantequilla y vainilla.
Aunque en Flanigan es todo un clásico, su origen es francés. Fue Miguel Arias, fundador y propietario, quien introdujo esta delicia en nuestra isla y desde entonces… es la más antigua de la plantilla de Flanigan.