Hacia rutas Mediterráneas

Cinco rutas clave para conocer la Serra de Tramuntana.

La isla de Mallorca aguarda múltiples encantos que florecen a la llegada del otoño y son ideales para esta temporada. Tras los meses de sol y playa, llega la época de explorar la otra cara de la isla, sus montañas. La Serra de Tramuntana, situada a media hora de Puerto Portals, está rodeada de paisajes naturales declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Y no es para menos, los noventa kilómetros que recorren de punta a punta el noreste de Mallorca destacan por la belleza de sus paisajes.

Sa Foradada: Desde el Palacio de Son Marroig se baja, rodeado de oliveras centenarias, a la península de Sa Foradada. Un lugar paradisíaco donde, tras llegar a nuestro destino, poder disfrutar de un chapuzón en las aguas turquesas del Mediterráneo. La excursión dura 1 hora y 45 minutos.

S’Estaca: Una minúscula aldea de pescadores con un encanto más que especial. Es un lugar idóneo para recorrer bosque y playa por el sendero que baja hacia la Marina de Valldemossa, y que cuenta con un desvío hacia S’Estaca, donde las puestas de sol no dejan indiferentes. La excursión dura alrededor de hora y media.

Ses Fonts Ufanes: Situadas en el norte de Mallorca, en el término de Campanet, constituyen uno de los fenómenos más singulares de la isla. Tras la acumulación de la lluvia, estas fuentes brotan en el macizo del Puig Tomir y alrededores. El camino se inicia en la finca de Gabellí Petit, y tras veinte minutos de camino, se llega a este mágico lugar.

Puig del Teix: Una de las ascensiones más típicas entre los mallorquines es la subida al Puig del Teix desde la urbanización del Arxiduc, situada a las afueras de Valldemossa. Un camino de una duración de unas tres horas con unas vistas espectaculares a toda la Sierra y el cristalino mar Mediterráneo tras una ruta rodeada de naturaleza y empedrado mallorquín.

Torrent de Pareis: Desde la localidad de Escorca puedes encontrar la ruta que desciende al cañón rodeado de paredes verticales de 200 metros que forman el Torrent de Pareis y desemboca en Sa Calobra, una cala situada entre acantilados con un paisaje espectacular. Un recorrido de unas cinco horas de nivel dificultoso, apto para los más atrevidos y que se recomienda realizar con guías experimentados.