Maestros zapateros

Artistas del calzado sentaron hace más de un siglo las bases de grandes marcas internacionales con sede en la isla.

Mucho antes de que Mallorca fuera conocida en el mundo por sus aguas cristalinas, era ya famosa internacionalmente por la calidad de su calzado artesano. Marcas tan globales como CamperLottusseYankoKollflexFarrutxBarratsCarminaBestardGeorge’s, por citar las más reconocidas, tienen su origen en los pequeños talleres artesanales fundados por maestros zapateros, principalmente en la zona de Inca, la tercera ciudad más grande de Mallorca (después de Palma y Manacor), con una larga tradición industrial y artesana en lo que se refiere a calzado y otras manufacturas de piel.

No en vano, Inca es conocida como “la capital del cuero” o “la ciudad de la piel”. Se tiene constancia de la existencia de gremios de zapateros en esta localidad desde el siglo XV, y se sabe que ya en el XIV eran apreciadas sus manufacturas de piel. Sin embargo, la industria del calzado como tal arrancó en el siglo XIX, impulsada por empresas familiares con gran arraigo histórico. La llegada del ferrocarril a mediados del XIX supuso un punto de inflexión, ya que permitió a los talleres y fábricas artesanales transportar sus productos para la exportación, al principio nacional y más adelante internacional.

En el siglo XX Inca experimenta un gran crecimiento industrial, y los antiguos talleres empiezan a mecanizarse y a ser sustituidos por verdaderas fábricas, conservando en todo momento la calidad del calzado y logrando un delicado equilibrio entre la tradición artesanal y la producción industrial. Una fórmula que ha llegado hasta nuestros días.

Queda para la historia el legado de legendarios maestros artesanos como Antoni Fluxà, fundador en 1877 de un taller de zapatería en Inca, cuyos descendientes se mantienen bajo la marca Lottusse. El legado del mestre Fluxà también irradia a la marca Camper, fundada en 1975 por su nieto, Lorenzo Fluxà. O Matías Pujadas, quien abrió un taller en 1866 y cuyo legado fue recogido por José Albaladejo, fundador de Yanko y posteriormente de Carmina Shoemakers, cuya producción es completamente local y artesanal.